Coral de fuego: significado y picadura

La familia Milleporidae alberga a los conocidos coloquialmente como corales de fuego. Se les denomina así porque al entrar en contacto con ellos se percibe como una quemadura muy dolorosa. A pesar de su apariencia vegetal, en realidad son organismos animales. Están emparentados con las medusas. Aquí puedes encontrar información sobre diferentes tipos de medusas.

Es importante tener en cuenta que los corales de fuego no son técnicamente corales, ya que no presentan únicamente una fase sésil de pólipo, sino que alternan entre la fase de medusa y la de pólipo. Normalmente, los corales solo permanecen en fase de pólipo, lo que los clasifica bajo la clase Anthozoa, pero el coral de fuego pertenece a la clase Hydrozoa. Por esta razón, el coral de fuego no es propiamente un coral, y se le conoce además del término mencionado comúnmente con los nombres coral impostor de fuego o hidrocoral.

Existe solo un género, que es Millepora spp. Algunas especies dentro de este género son:

• Millepora tenera
• Millepora tuberosa
• Millepora dichotoma
• Millepora platyphylla
• Millepora intrincata
• Millepora boschmai
• Millepora alcicornis

También te invitamos a informarte sobre los Cnidarios: características y ejemplos, dentro de los cuales se encuentran los hidrozoos o Hydrozoa, como los corales de fuego.

• Desde el punto de vista morfológico, los corales de fuego se distinguen por tener un esqueleto pétreo calcificado de color amarillo a marrón. Son constituyentes de arrecifes de coral y sus ramificaciones son considerablemente gruesas, características propias de esta familia.
• Están conformados por múltiples pólipos dentro de dicho esqueleto. Se trata de organismos coloniales que necesitan varios individuos para mantener a la colonia operativa, y se encuentran interconectados por canales internos. Dichos pólipos son especialmente largos y parecen pelos que cuelgan del coral. Aquí puedes conocer más acerca de las Asociaciones coloniales: definición, tipos y ejemplos.
• Presentan diferentes formas. Algunos desarrollan ramificaciones gruesas hacia arriba, semejantes a árboles, mientras que otros adoptan una forma de plato, y los denominados incrustantes crecen en la base de los arrecifes de coral.
• Se sitúan sobre rocas o entre corales verdaderos, siempre en ambientes marinos. Se asocian a arrecifes de coral, lo que explica por qué se distribuyen soloEn la franja tropical y subtropical de los continentes. Se les ha encontrado a una máxima profundidad de 40 metros, es decir, que siempre se mantienen en aguas someras. La alimentación es depredadora ya que el coral de fuego venenoso tiene la capacidad de aniquilar a peces pequeños, moluscos y crustáceos en poco tiempo. Además, se alimentan mediante la simbiosis con zooxantelas que residen en su tejido. Estas son algas que le proporcionan nutrientes derivados de su fotosíntesis, y a cambio el coral le ofrece refugio junto con los compuestos que desecha y que son incorporados a la alimentación de las zooxantelas. A este proceso se le denomina simbiosis, donde se establece un beneficio mutuo de la relación. Los corales cuentan con un sistema de defensa y alimentación que consiste en células altamente especializadas impregnadas en los tejidos, llamadas cnidocitos. Estas células liberan un arpón que se adhiere a la presa o amenaza, y al insertarse libera el veneno almacenado en su cápsula.

  Imagen:

  Picadura del coral de fuego
  

  Los síntomas de la picadura del coral de fuego incluyen dolor intenso, acompañado de irritación en la piel, inflamación, comezón, ampollas o lesiones. Estos síntomas se manifiestan de inmediato al contacto con el coral de fuego, pero pueden prolongarse hasta dos días y, en los casos más severos, hasta dos semanas. Además, la textura del esqueleto pétreo es bastante dura y raspa la piel si se roza, dejándola vulnerable al asentamiento de bacterias y posibles infecciones. A pesar de que el dolor es intenso, el veneno no es mortal para los humanos.

  Ante una picadura de coral de fuego, se recomienda aplicar una solución de vinagre, la cual se prepara con agua y un 10% de vinagre. También se aconseja la aplicación local de antihistamínicos, tanto tópicos como por vía oral, para aliviar los síntomas de la urticaria. Es importante evitar el uso de agua dulce, ya que estimula la activación de los nematocistos presentes en la piel. Posteriormente, es recomendable acudir a un centro médico para que se evalúen las heridas y se administre el tratamiento adecuado si es necesario.

  Para prevenir las picaduras, se aconseja utilizar trajes de neopreno al ingresar al mar si se sabe que hay presencia de corales de fuego, o en el mejor de los casos, evitar los arrecifes coralinos si hay señales en las playas que alerten sobre su presencia. Dado que estos corales tienen pólipos largos, hay mayor probabilidad de inyectar sus nematocistos. Si visitas un arrecife coralino, evita pisar el fondo marino para no dañar a las distintas formas de vida que habitan allí y para protegerte de las especies venenosas.

  Con estos consejos, podrás disfrutar de tus visitas a arrecifes coralinos de forma segura y consciente.

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  Bibliografía

  • Coral Reefs of the Eastern Tropical Pacific: Persistence and Loss in a Dynamic Environment. (s.f.). Países Bajos: Springer Netherlands.
  • Field-Cortazares, J., & Calderón-Campos, R. (2010). Coral de Fuego. Boletín Clínico Hospital Infantil del Estado de Sonora, 27(1), 87-89.