Caracoles de tierra: definición, características y diversidad
Identificables a simple vista por sus particulares caparazones y cuerpos suaves y viscosos, los caracoles terrestres constituyen una categoría de criaturas que se enmarcan en el filo Mollusca y la clase Gastropoda, que es, a su vez, la más extensa y variada dentro del grupo de los moluscos. El desarrollo de órganos respiratorios les ha permitido colonizar tierra firme, habitando diversos entornos donde se alimentan principalmente de especies vegetales. ¿Deseas obtener más detalles acerca de los caracoles de tierra? Entonces, no te pierdas el siguiente artículo de ContaminaciónAmbiental donde se aborda qué representan los caracoles de tierra, sus rasgos distintivos y tipos.
Definición de caracoles de tierra
Los caracoles terrestres son organismos invertebrados pulmonados que, por sus particularidades, forman parte del filo Mollusca y de la clase Gastropoda. Dentro de esta clase, la mayoría de los caracoles de tierra se sitúan en el orden Stylommatophora, también conocido como estilomatóforos.
Uno de los aspectos distintivos de los caracoles de tierra es su desarrollo pulmonar y la ausencia de branquias. Esta adaptación les permite realizar la respiración aérea, un cambio fundamental para su transición al medio terrestre.
Características de los caracoles de tierra
- Abandonaron sus branquias primitivas, sustituyéndolas por un pulmón derivado de la vascularización de la pared del manto. El orificio de ingreso y salida de aire recibe el nombre de pneumostoma.
- Presentan caracolas univalvas y resistentes, las cuales albergan sus órganos internos y les proveen protección ante la deshidratación y los depredadores.
- Algunas especies, como las pertenecientes a la familia Clausiliidae, poseen una estructura calcárea denominada clausilio, la cual les permite cerrar la abertura de la concha protegiendo las secciones blandas del organismo.
- Disponen de un pie musculoso y plano que cuenta con glándulas secretoras de mucosidad, facilitando su desplazamiento y adherencia a diversas superficies.
- Poseen dos pares de tentáculos, siendo los ojos localizados en el par posterior.
- Cuentan con un manto, el cual representa un doble pliegue tegumentario que recubre y protege la masa visceral que alberga los distintos sistemas orgánicos.
Tipos de caracoles terrestres
- Helix aspersa: originario del continente europeo, ha sido introducido en diferentes zonas de otros países, desempeñando un rol invasor en cultivos agrícolas. Es altamente valorado en la cocina mediterránea.
- Rumina decollate: procedente del Mediterráneo y norte de África, es un ejemplar omnívoro que no solo se alimenta de plantas, sino que también depreda caracoles terrestres, babosas y sus huevos.
- Helicella stiparum: identificable por su concha blanca y sólida, sobrevive en terrenos áridos con vegetación xerófila en la región de Almería, en España.
- Megalophaedusa martensi: exclusivo de Japón, es el caracol vivo más grande de la familia Clausiliidae a nivel mundial.
- Achatina achatina: conocido como caracol tigre gigante, es nativo de África y es considerado uno de los caracoles terrestres más grandes y longevos conocidos.
originario de África occidental, puede llegar a medir hasta 18 centímetros, convirtiéndolos en uno de los caracoles más grandes conocidos a nivel mundial.
Dónde habitan los caracoles de tierra
Los caracoles terrestres encuentran su hábitat determinado por diferentes factores, como la composición mineral del suelo, la humedad, las temperaturas y la elevada acidez. Aunque prefieren lugares húmedos y sombreados, resulta sorprendente que algunas especies desafíen estas limitaciones, viviendo a grandes altitudes y en regiones aparentemente inhóspitas. Sus lugares de residencia más comunes están relacionados con entornos como selvas, bordes de caminos, praderas y zonas abiertas. Además, han logrado adaptarse a entornos urbanos, estableciéndose en áreas vegetadas formadas por restos de hojas, debajo de troncos, raíces o en depresiones del suelo.
Ciertas especies han logrado sobrevivir en ambientes xerófilos, suelos calcáreos y suelos volcánicos. Por lo general, estas especies se esconden debajo de piedras, entre cactus marchitos o incluso entre raíces de hierbas. Además, su habilidad de adaptación se extiende a entornos acuáticos, como en orillas de arroyos y ríos, así como en la orilla de las montañas.
En resumen, la diversidad de hábitats que los caracoles terrestres han colonizado es un testimonio impresionante de su capacidad para encontrar refugio en una amplia gama de condiciones ambientales.
Alimentación de los caracoles terrestres
Aunque los hábitos alimenticios pueden variar, dado que algunas especies son omnívoras y pueden alimentarse tanto de plantas como de otros moluscos, los caracoles terrestres son generalmente herbívoros y su rádula está adaptada para alimentarse de diversas especies vegetales durante la noche. Algunas especies como Cornu aspersum, que ha sido introducida fuera de su área de distribución original, se comporta como una especie exótica invasora y suele asociarse a cultivos productivos, generando grandes pérdidas económicas.
La estructura de la concha de los caracoles, al igual que las cubiertas de sus huevos, está compuesta principalmente por carbonato de calcio, por lo tanto, los caracoles dependen de la disponibilidad de calcio en su dieta para desarrollar conchas resistentes y sólidas. La falta de calcio o cambios en el pH de su hábitat pueden tener efectos perjudiciales, como la formación de conchas delgadas, grietas o incluso perforaciones en las mismas.
Reproducción de los caracoles terrestres
Los caracoles terrestres son hermafroditas y producen tanto óvulos como espermatozoides. Por lo general, hay una cópula, precedida por un complejo cortejo, con la transferencia de esperma mediante la utilización de espermatóforos. En caracoles de la familia Helicidae, la vagina segrega una espícula calcárea que al "abrazarse" dos caracoles, uno de ellos clava esta especie de dardo en el cuerpo del otro y este proceso puede estar relacionado con una forma estimulante.Para que un individuo pueda desempeñar el rol de macho y otro el de hembra, es necesario que la espícula no contenga células sexuales. Después de este elaborado cortejo, se transfiere un espermatóforo del órgano reproductor masculino de un individuo al femenino del otro, donde se liberarán los espermatozoides para fecundar los óvulos.
Las especies terrestres son ovíparas y ponen un reducido número de huevos envueltos en albúmina y con una cápsula protectora que sirve como fuente de calcio para la formación de la cáscara. Estos huevos son depositados en el suelo en pequeños grupos.
Ahora que tienes conocimiento de qué son los caracoles terrestres, sus características y variedades, también puede interesarte estos artículos sobre las Partes de un caracol y la Longevidad de estos moluscos.
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Bibliografía
- Hickman, C. P., Roberts, L. S., & Larson, A. (2000). “Principios integrales de zoología”.
- Ruppert, E.E. y Barnes, R.D. (1994). Zoología de invertebrados. Sexta edición.
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