Isla Ferdinandea ¿La Tierra del "Nunca Jamás" exite?
La isla ferdinanda (coordenadas 37°09'498"N, 12°43'07"E) es una isla situada frente a la costa sur de Sicilia. También conocida como "La Tierra de Nunca Jamás", en realidad es la cima de un volcán submarino que emerge del agua durante sus fases eruptivas y desaparece tan pronto como es erosionado por las olas. Pero vayamos en orden: lo que sabemos de esta isla que viene y va?
Uno de los últimos grandes avistamientos de la isla Feridnandea se remonta a 1831 cuando se le apareció 65 metros sobre el nivel del agua y, en ese momento, se estimó un área de unos 4 kmdos. Al ser un material volcánico -más concretamente "tefrita"- el movimiento de las olas logró erosionarlo en poco tiempo, haciéndola desaparecer en pocos meses. La de 1831, sin embargo, no fue la única aparición en la isla de Ferdinandea: desde el siglo III a. C. apareció y desapareció al menos 4 o 5 veces y las dos últimas datan de 1843 y 1863 respectivamente. alimentan historias y leyendas, también retomadas por escritores como Julio Verne Y Andrea Camilleri.
Pero, ¿por qué aparece periódicamente? Las erupciones volcánicas submarinas, como las terrestres, provocan una acumulación de material que a su vez genera el cono volcánico. Si se acumula suficiente material, se elevará sobre la superficie del agua, formando un islote más o menos alto. Cuando cese la actividad volcánica, la erosión seguirá su curso y el volcán volverá a estar bajo el agua. Piensa que hoy la cima de la isla Ferdinandea se encuentra en unos metros bajo el nivel del mar.
En los últimos años el INGV realizó estudios sobre el tema. Las encuestas han demostrado que la isla Ferdinandea es solo uno de los diez conos volcánicos presentes en el lecho marino de la región, conocido como banco graham. A lo largo de esta orilla se han identificado otros dos, cada uno con sus propios conos volcánicos: el terrible banco y el Banco Nerita. En general, este sistema volcánico ha sido llamado el empédocles en honor al filósofo que, según la leyenda, se arrojó al cráter del Etna para comprender qué había dentro.
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