¿Qué son las auroras boreales y cómo se forman?
El resplandor polar conocido como el inicio de las luces del norte o del sur según el hemisferio en que aparezca, es un suceso natural producido por la interacción de dos componentes: el viento solar y el campo magnético terrestre.
Todo proviene de la estrella donde, debido a las enormes fuerzas presentes en su superficie, algunos flujos de partículas pueden desligarse de la corona solar, desplazándose. Estas corrientes están conformadas principalmente por partículas con carga, es decir, electrones y protones, y se desplazan dentro del sistema solar donde adquieren el nombre de vientos solares.

La corriente solar y el campo magnético terrestre
Por lo general, un viento solar, al dirigirse hacia nosotros, tarda de 2 a 9 días en alcanzar la Tierra, y podría resultar muy peligroso para la vida en nuestro planeta. La entrada de partículas de alta energía en las células de nuestro cuerpo tendría, de hecho, un efecto similar al de las radiaciones nucleares, con consecuencias graves para nuestra salud. Pero afortunadamente la Tierra cuenta con una "Protección 100" frente a los vientos solares, un auténtico escudo representado por el campo magnético terrestre, el cual da origen a la magnetosfera. Este campo magnético posee dos extremos, los extremos magnéticos norte y sur específicamente, los cuales no coinciden con el polo norte geográfico y el polo sur geográfico, es importante recalcarlo. Debes imaginártelo como dos grandes lóbulos que abarcan nuestro planeta, con las líneas de fuerza descendiendo en una dirección casi vertical cerca de los polos norte y sur.

Cuando las partículas cargadas del viento solar chocan con este escudo, comienzan a deslizarse a lo largo del borde exterior de la magnetosfera. hacia los extremos. Pero dado que el campo magnético terrestre desciende muy cerca de sus polos, el Polo Norte y el Polo Sur esta protección se vuelve más tenue, y permite que las partículas solares entren en contacto con la atmósfera. Es allí, entre 100 y 500 km de altura, donde emerge la aurora.

Los matices de la aurora boreal
Las partículas cargadas que ingresan en la magnetosfera, estimulan los átomos de gas presentes en la ionosfera los cuales, al desenergizarse, emanan luz de distintas longitudes de onda. El tono de la aurora depende principalmente del tipo de gas implicado: el oxígeno atómico presente en las capas superiores, es responsable del color rojizo, mientras que el oxígeno molecularmostrado debajo, quién emite el matiz verde que es más perceptible. El nitrógeno alcanzado con menos frecuencia, resulta en un tono que varía de azul a púrpura.

En qué momento y lugar se puede observar la aurora
La visualización de la aurora boreal, en nuestro hemisferio, depende de varios elementos, como la potencia del viento solar o la luminosidad del cielo y se puede apreciar con mayor facilidad en los períodos comprendidos entre septiembre y octubre Y entre febrero y marzo, cuando la orientación de la Tierra hacia el Sol aumenta la posibilidad de interacción del viento solar con nuestra magnetosfera. un viaje al círculo Ártico Sigue siendo siempre la mejor opción, pero recordad que a lo largo de la historia ha habido erupciones solares tan intensas que han hecho visibles las auroras boreales incluso en nuestras latitudes. Esto ocurrió, por ejemplo, en la noche del 17 al 18 de noviembre de 1848 cuando el fenómeno fue tan vibrante y extenso que también fue visible desde el Observatorio Astronómico de Capodimonte en Nápoles.
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