Fuego globular: significado, origen y diferencias con la centella

Un fuego globular, también llamado bola de fuego o rayo globular, es un fenómeno meteorológico que consiste en una descarga eléctrica atmosférica en forma de esfera luminosa. A diferencia de los rayos convencionales, que se desplazan linealmente entre la nube y el suelo o entre nubes, los fuegos globulares tienen una forma más compacta y muestran un desplazamiento errático y en ocasiones lento por la atmósfera.

Estas esferas luminosas pueden tener diferentes tamaños, desde unos pocos centímetros hasta varios metros de diámetro, y su color puede variar desde el blanco brillante hasta tonos rojizos o azulados intensos, dependiendo de diversos factores como la composición del ambiente y la energía liberada durante la descarga.>

Los fuegos globulares suelen aparecer en medio de tormentas eléctricas, aunque son mucho menos frecuentes que los rayos comunes. Se generan cuando las cargas eléctricas en la atmósfera se separan y originan campos eléctricos intensos, lo cual puede provocar la formación de estas esferas de plasma altamente ionizado.

A pesar de que los fuegos globulares son un fenómeno relativamente desconocido, también pueden suponer un riesgo potencial para quienes se encuentren cerca de su trayectoria. Aunque raramente causan daños graves, pueden ocasionar quemaduras si entran en contacto directo con objetos, animales o personas, y su aparición repentina puede generar confusión y temor entre quienes los observan.

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La formación de un fuego globular es un proceso complejo que todavía no se comprende completamente, pero se cree que implica varios factores atmosféricos y eléctricos. En general, los fuegos globulares se producen durante tormentas eléctricas, cuando existe una acumulación significativa de cargas eléctricas en la atmósfera. Estas cargas pueden separarse y dar lugar a campos eléctricos intensos en determinadas áreas de la atmósfera.

• Una teoría sugiere que los fuegos globulares podrían originarse a partir de la ionización de partículas de polvo, vapor de agua o gases atmosféricos. Cuando las condiciones son favorables, estas partículas cargadas podrían agruparse y formar una esfera de plasma altamente ionizado, lo que se manifestaría como un fuego globular.
• Otra posibilidad es que los fuegos globulares se formen a partir de la ionización de gases cercanos al suelo. Durante una tormenta, las corrientes ascendentes pueden transportar partículas cargadas, generando un gradiente de carga eléctrica en la atmósfera. Si este gradiente es lo suficientemente intenso, podría dar lugar aUna descarga eléctrica en forma de esfera luminosa, es decir, un rayo globular.

Sin embargo, la investigación sobre la formación de los rayos globulares está en progreso, y aún quedan numerosas incógnitas por resolver. La complejidad en el estudio de estos fenómenos radica en su imprevisibilidad y rareza, lo que dificulta su observación y análisis en condiciones controladas.

Los rayos globulares están registrados desde tiempos remotos. La primera mención conocida de un rayo en forma de esfera aparece en escritos chinos del siglo XII. El científico británico Francis Bacon también describió relámpagos en forma de esfera en el cielo en el siglo XVII.

Durante los siglos XIX y XX se llevaron a cabo más observaciones de rayos esféricos. El científico ruso Alexander Gurvich propuso una teoría que explica el origen de las centellas en 1919. Gurvich postuló que los rayos esféricos se originan cuando un rayo común libera grandes cantidades de energía al aire, creando una esfera de plasma.

Dado que no se cuenta con un entendimiento completo de los rayos esféricos, estos continúan siendo un enigma. Los científicos desconocen cómo se generan, qué son y cuáles son sus características exactas. A pesar de existir diversas teorías sobre el origen de los rayos esféricos, ninguna goza de amplio consenso. Algunos de los elementos que contribuyen a la formación del rayo esférico son los siguientes:

• Origen: sabemos que no existe una teoría científicamente aceptada acerca de cómo se forman los rayos esféricos. Una teoría sostiene que se originan cuando un rayo común libera grandes cantidades de energía al aire, creando una esfera de plasma. Otra teoría sugiere que los rayos globulares se forman cuando los rayos normales interactúan con ciertos tipos de nubes o partículas en el aire.
• Características: las bolas de rayo pueden presentar distintas características. Pueden tener cualquier color, aunque los más frecuentes son el blanco, el amarillo y el azul. Pueden manifestarse individualmente o en grupos, desplazándose lentamente o rápidamente.
• Naturaleza: algunos científicos consideran que se trata de esferas de plasma, mientras que otros piensan que son esferas de materia condensada.
• Efectos: entre las consecuencias observadas se encuentran explosiones, incendios y daños materiales. En ciertas ocasiones pueden provocar lesiones e incluso la muerte.

Aunque tanto los rayos globulares como las centellas son fenómenos atmosféricos relacionados con la electricidad, presentan diferencias significativas en cuanto a su naturaleza y formación.

• Los rayos globulares, como se mencionó previamente, son descargas eléctricas en forma de esferas luminosas que pueden variar en tamaño y color. Se generan durante tormentas eléctricas cuando se acumulan cargas eléctricas en la atmósfera. A diferencia de los rayos convencionales, que siguen una trayectoria lineal entre nubes y tierra o entre dos nubes, los rayos globulares tienen una forma más compacta y se desplazan de manera errática y a menudo lenta a través del aire. Estos fenómenos son relativamente poco comunes y son objeto de estudio e investigación debido a su naturaleza misteriosa y poco comprendida.
• Las centellas, también llamadas relámpagos o rayos, son descargas eléctricas de alta energía que se producen entre una nube y la superficie terrestre, o entre dos nubes. Son mucho más habituales que los rayos globulares y pueden tener diversas formas e intensidades. Las centellas o rayos suelen estar acompañados de truenos y son visibles como destellos luminosos en el cielo durante una tormenta eléctrica. A diferencia de los rayos globulares, las centellas siguen una trayectoria lineal y suelen ser más extensas e intensas en comparación.

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