Castañas: características, ventajas y desventajas

La composición nutricional de las castañas es sumamente interesante, ya que contiene componentes inesperados. Están compuestas por un 37% de carbohidratos, lo que las convierte en uno de los alimentos más ricos en hidratos de carbono. Por otro lado, poseen poca grasa, lo cual es atípico en la mayoría de frutos secos. Son ricas en vitaminas del complejo B y su contenido de vitamina C es similar al del limón, convirtiéndolas en una excelente opción para fortalecer el sistema inmunológico en los meses fríos. Otros nutrientes presentes en las castañas son proteínas, calcio, fósforo, cobre, manganeso, magnesio, alto contenido de potasio y también de hierro.

Todos estos componentes confieren a las castañas las siguientes características:

• Nutritivas
• Antianémicas
• Llenadoras
• Cardioprotectoras
• Reductoras de la presión arterial
• Estimulantes
• Alcalinizantes
• Estimulantes de la producción de leche materna

No te pierdas este artículo sobre los Tipos de castañas.

• Reducción de la presión arterial: gracias a su alto contenido de potasio, las castañas contribuyen a disminuir la presión arterial al equilibrar el contenido de sodio en el cuerpo, responsable de su aumento. Además, poseen poco sodio, lo que las hace seguras para personas con hipertensión o problemas cardíacos, ya que también regulan el ritmo cardíaco.
• Recuperación del organismo tras enfermedades o situaciones de estrés: cuando el cuerpo enfrenta situaciones adversas, ya sea por enfermedad o estrés, termina agotado y con deficiencias nutricionales. El alto contenido de vitaminas del complejo B de las castañas ayuda a combatir la fatiga física y mental. Son aliadas ideales para la recuperación de personas convalecientes o debilitadas, así como para deportistas o individuos desnutridos debido a su alto contenido de carbohidratos.
• Regulación de la digestión: las castañas ayudan a desacelerar el proceso digestivo y reducen la frecuencia de evacuaciones, siendo útiles para controlar episodios de diarrea.
• Apoyo en casos de insuficiencia renal: aquellas personas con problemas de ácido úrico y urea pueden consumir castañas para alcalinizar la sangre debido a disfunciones renales. El bajo contenido proteico de las castañas no sobrecarga los riñones con mal funcionamiento, lo que las convierte en una opción compatible.
• Sin embargo, suministran la energía suficiente para que el cuerpo la utilice.
• Incrementan la producción de leche: las madres lactantes pueden incorporar castañas en su dieta para estimular una mayor producción de leche.

Para disfrutar de las propiedades y beneficios de las castañas, puedes incluirlas en tu alimentación con deliciosas y sencillas recetas que te presentamos a continuación.

Castañas tostadas

Las castañas tostadas son muy populares en los puestos callejeros europeos durante el invierno. Simplemente debes tostarlas en una sartén hasta que estén doradas. Para evitar que se revienten, se les hace un pequeño corte. Se consumen peladas, y opcionalmente se les puede añadir un poco de sal. Aunque la preparación es simple, son deliciosas y muy nutritivas.

Crema de castañas

La crema de castañas es de origen francés y tiene un sabor dulce. Se prepara con medio kilo de castañas tostadas y peladas, medio litro de leche, un poco de vainilla, una pizca de sal y 200 gramos de azúcar. Se cocinan todos los ingredientes en una olla hasta que las castañas estén suaves. Finalmente, se licúa la mezcla para obtener la crema.

Pan de castañas

Las castañas se pueden moler finamente para obtener una harina que sirve como sustituto de la harina de trigo convencional. Esta harina es ideal para celíacos que no pueden consumir gluten y representa una alternativa saludable frente a las harinas de trigo altamente modificadas. Si te interesa, puedes comprar harina de castañas para preparar pan.

Arroz con leche y castañas

Esta variante del clásico arroz con leche dulce incluye castañas tostadas para darle un toque especial y otoñal. La preparación es similar al arroz con leche tradicional, cocinando el arroz en leche azucarada y añadiendo castañas troceadas al final.

• Las castañas pueden resultar difíciles de digerir. Se recomienda cocerlas para facilitar su digestión, y pelarlas completamente antes de consumirlas. No se aconseja su consumo en casos de estreñimiento o digestiones pesadas, ya que pueden ralentizar aún más la digestión.
• Pueden causar gases si no se mastican adecuadamente. Es importante masticarlas muy bien para que las enzimas salivales descompongan el almidón presente en las castañas y faciliten su digestión.
• Se recomienda moderar su consumo en personas diabéticas y con sobrepeso, debido a su elevado contenido de carbohidratos.

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