¿Por qué la Torre Inclinada de Pisa está torcida? La geología tiene la explicación
El campanario de Pisa es la torre de la Catedral de Santa Maria Assunta, un destacado ejemplo de arquitectura románica situado en la famosa Piazza del Duomo. Su inclinación se ha convertido en el emblema de Pisa, siendo un ícono italiano reconocido a nivel mundial. Sin embargo, ¿sabías que su inclinación es inherente desde sus comienzos? Así es, porque el motivo detrás de su inclinación se remonta a la etapa de su construcción inicial, cuando la torre contaba solamente con tres pisos. Este fenómeno está vinculado a la geología y a una capa de arcilla con características plásticas localizada justo debajo del recinto. Descubramos por qué la Torre Inclinada de Pisa se inclina pero no colapsa, a pesar de la inclinación existente.
El relato de la edificación de la Torre Inclinada de Pisa
Su erigimiento comenzó el 9 de agosto de 1173 durante la era de las Repúblicas Marítimas, cuando Pisa ostentaba un estatus de ciudad próspera y poderosa. Después de permanecer un año sin intervenir en los cimientos de la torre, al iniciar la construcción del tercer piso, el terreno bajo la estructura cedió, propiciando su inclinación hacia un ángulo peligroso. ¿Por qué? La razón estriba en la denominada "Junta" debajo de la Piazza dei Miracoli (otra denominación de la Piazza del Duomo), una capa de arcilla con propiedades plásticas que cedieron bajo el peso de la torre. Este tipo de arcilla, presente a unos 7 metros de profundidad en este caso, es conocida coloquialmente como "normalidad consolidada".

intentar corregir
Las labores se paralizaron y se retomaron un siglo más tarde, incorporando tres pisos nuevos sobre la estructura existente. En un intento desesperado por enderezar la torre y equilibrarla, los tres niveles superiores fueron construidos en sentido opuesto a la pendiente, confiriendo así a la Torre Inclinada de Pisa una forma que se podría describir como "en forma de plátano".

A lo largo de los siglos, la inclinación fue agravándose y, al descubrirse en el siglo XIX que el terreno inferior estaba saturado de agua, se llevaron a cabo excavaciones alrededor de la torre para drenar los cimientos y eliminar grandes cantidades de agua subterránea mediante bombas. Sin embargo, en lugar de lograrlo: reducir el agua ocasionó el fenómeno de hundimiento, propiciando un hundimiento mayor del suelo y un aumento de la inclinación de la torre.
Acciones para asegurar la Torre Inclinada de Pisa
A finales del siglo XX, el riesgo de colapso se tornó cada vez más ineludible, al grado que se hizo imprescindible instalar contrapesos de plomo de 900 toneladas y reforzar los cimientos mediante una intervención que, según los expertos, garantizará la seguridad de la torre durante al menos tres siglos más.
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