Cómo se construyó la cúpula de Brunelleschi en Florencia
La bóveda de Brunelleschi constituye la cobertura de la Catedral de Santa María del Fiore , también reconocida como la catedral de Florencia. Presenta una elevación de 55 metros desde el punto de apoyo, con un diámetro de 54 metros, y el peso total de toda la estructura, incluyendo la linterna, asciende a 29.000 toneladas. Debido a la complicación del diseño de su bóveda, aún es considerada por algunos como la construcción arquitectónica más destacada jamás erigida en Europa desde la era romana y, especialmente, la bóveda de mampostería más extensa del planeta.
No todos conocen que la base se finalizó numerosos años antes de que la bóveda comenzara a ser construida. Por más de 100 años de hecho, el tambor de la bóveda permaneció expuesto, dado que resultaba complicado identificar dónde situar las considerables nervaduras de madera que debían mantener la bóveda, ni se tenía certeza de si una estructura de soporte de madera sería capaz de resistir el peso del arco. En el 1418 las autoridades municipales lanzaron una competencia, la cual fue conquistada por Felipe Brunelleschi. Brunelleschi propuso una solución sumamente audaz: construir dos bóvedas una dentro de la otra, sin apoyo de andamios. La bóveda interna actuaría como soporte y la externa como cubierta, dando forma a una estructura autosoportante nunca antes concebida.
Un innovador método de construcción
En ese período era usual erigir principalmente cúpulas de forma hemisférica es decir, la mitad de una esfera, las cuales se realizaban con la asistencia de costillas, andamiaje con forma de semicírculo que sustenta la estructura en plena construcción. No obstante, Felipe, justamente por la forma y tamaño que había concebido para su bóveda, no podía emplear dichos andamios pues no resistirían el peso. Para abordar este dilema, ideó construir un sistema autosoportante, conformado por dos bóvedas unidas mediante enormes arcos de ladrillo. En el interior de los segmentos se encontraban anillos horizontales de piedra y madera que, como los círculos de un barril, impedían que la bóveda cediera a fuerzas laterales.
El sistema de edificación en espiga
La genialidad de Brunelleschi resaltó aún más en la colocación de los ladrillos. Mediante una técnica jamás antes empleada, llamada espina de pescado quien dispuso un ladrillo en posición vertical cada 90 cm de ladrillos colocados de forma horizontal, logró crear una espiral capaz de conferir una gran solidez a toda la estructura. Para comprender mejor, visualice el ladrillo vertical como un sujeta libros, que bloqueaUna hilera de libros colocados en un anaquel: el encofrado vertical en esta situación cumple la misma función que el sujeta-libros, que asegura la hilera de ladrillos horizontales. Para permitir que el mortero se secara, los obreros trabajaban a un ritmo de una fila de ladrillos por semana. Con esta cadencia, la cúpula ascendía lentamente, aproximadamente 30 centímetros al mes, por eso llevó tanto tiempo. 16 años.
Pero las innovaciones no se quedaron ahí. Desde grúas diseñadas para elevar ladrillos hasta la utilización de cuerdas y una plomada para calcular la posición exacta de los ladrillos, estos métodos permitieron a Brunelleschi edificar la cúpula de mampostería más grande del mundo. De hecho, la cúpula tiene 55 metros de altura desde la base de apoyo y su diámetro es de 54 metros, mientras que toda la estructura, incluyendo la linternilla, pesa un total de 29.000 toneladas. En resumen, si Brunelleschi es considerado, en cierto sentido, el iniciador de la arquitectura moderna, ahora dispones de la razón por la que.
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