Cuidados y propagación de la Echeveria gigantea

• Como su nombre indica, esta es la especie más grande de Echeveria en todo el género. El tallo puede llegar a medir hasta 50 cm de altura. No se ramifica, lo que significa que las rosetas siempre son individuales. La disposición de las hojas alrededor del tallo forma la roseta.
• Es considerada una planta de gran tamaño, ya que la roseta tiene un diámetro que va de 15 a 60 cm .
• Desarrolla tallos florales de hasta 90 centímetros de altura, de los cuales cuelgan flores de color coral y cáliz turquesa.
• Las hojas tienen forma redondeada o espatulada de 15 por 8 cm y son de color verde claro con márgenes rosados a rojos delicadamente marcados. Sin embargo, las hojas pueden variar considerablemente entre ejemplares de la misma especie, en tamaño, tolerancia a la sequía e incluso en color. Estas variaciones no solo son visibles a simple vista, también se presentan a nivel de tejido, lo que determina las diferencias macroscópicas. A estas variaciones dentro de una misma especie se les conoce como polimorfismo, y a cada variante se le denomina morfotipo.
• Es originaria de los estados de Puebla y Oaxaca, en México, y habita en regiones áridas y de alta temperatura.
• Suele ser objeto de hibridación para crear nuevas variedades llamativas en jardinería. Muchas de estas variaciones se han desarrollado para obtener márgenes ligeramente ondulados. La primera variedad se creó en California, Estados Unidos.

La E. gigantea crece mejor cuando se encuentra en el exterior y recibe exposición solar total, ya que sus hojas están adaptadas para resistir los intensos rayos solares y altas temperaturas. También puede mantenerse en interiores, siempre que esté cerca de una fuente de luz abundante. A mayor exposición solar, más vivos serán sus colores, especialmente los tonos rojizos de los márgenes. No tolera bien las bajas temperaturas, por lo que se debe resguardar en interiores en caso de heladas.

El sustrato recomendado para esta planta debe ser un tipo de tierra específico para suculentas. Este tipoLos sustratos se distinguen por contar con un excelente sistema de drenaje, que evita la pudrición de las raíces al secarse entre riegos. Puedes adquirir el sustrato ya preparado en tiendas especializadas o crear el tuyo de manera sencilla.

Se debe mezclar partes iguales de tierra negra o turba, humus de lombriz y perlita. En lugar de este último elemento, se puede utilizar grava volcánica o piedra pómez. Aquí se pueden encontrar estos materiales:

En caso de usar un recipiente para la planta, es necesario que este tenga el drenaje adecuado, como las macetas con múltiples agujeros en la base. Por ejemplo, se pueden adquirir aquellas con las marcas para hacer tantos agujeros en la base como se necesiten:

En la fase de crecimiento, es decir, en primavera y verano, se puede añadir un fertilizante líquido equilibrado para estimular la floración y el desarrollo. Durante el invierno y otoño, la planta misma reduce su crecimiento. Esto es completamente normal y no requiere fertilizante adicional ni más riego de lo habitual.

Aquí se puede adquirir este producto para aportar nutrientes a la echeveria en primavera y verano.

Esta planta está altamente adaptada a condiciones de sequía debido al grosor de sus paredes celulares. Puesto que su entorno natural recibe pocas precipitaciones al año, la echeveria no requiere de un riego abundante. De hecho, hacerlo sería contraproducente, ya que las hojas podrían agrietarse y las raíces podrían pudrirse. La frecuencia ideal de riego para la E. gigantea dependerá del sustrato. Es necesario dejar que el sustrato se seque entre riegos. En verano o en exteriores, la frecuencia puede ser de una vez por semana, y en invierno o en interiores, cada dos semanas.

El riego no debe realizarse sobre la roseta de hojas, o la planta podría pudrirse. Estas son las técnicas recomendadas para regar esta planta:

• Riego de la Echeveria gigantea en maceta: se realiza mediante inmersión, sumergiendo la maceta en un recipiente con agua. Se deja reposar unos minutos para que la planta y el sustrato absorban solo lo necesario.
• Riego de la Echeveria gigantea en suelo: si la planta está directamente en el suelo, sin maceta, se debe humedecer únicamente el sustrato circundante sin tocar las hojas. Utiliza una regadera o una manguera con poca presión de agua. Aquí se pueden encontrar las mejores regaderas para plantas.

La E. gigantea se puede reproducir fácilmente mediante esquejes, es decir, de manera asexual. Con esta técnica, es posible multiplicar una planta que ya se tenga en casa sin necesidad de adquirir un ejemplar nuevo.

Para ello, se debe comenzar con una planta saludable de la que se retire con cuidado una hoja. Esta se coloca en una cama de humus de lombriz, que debe mantenerse húmeda. En el extremo de corte comenzará a crecer un pequeño brote que con el tiempo se convertirá en un nuevo individuo. Una vez que tenga raíces, se puede trasladar la nueva planta a su contenedor definitivo.

Tras conocer los cuidados necesarios para la Echeveria gigantea, te invitamos a descubrir más variedades de Echeveria.

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